Valoración integral
En el entorno escolar, la enfermera o enfermero realiza una valoración integral del conjunto de los estudiantes del centro, además de vigilar su estado de salud y del desarrollo óptimo de estos. Se trata de una figura clave para la detección de problemas de salud durante la infancia. Presta cuidados no solo al alumnado del centro, sino también a las familias y el personal docente.
Así mismo, detecta y planifica los cuidados de salud necesarios en enfermedades transmisibles, aplicando los protocolos correspondientes. No hablamos solo de COVID-19, sino también varicela, gastroenteritis y otras infecciones típicas de la infancia.
Dentro de su función asistencial, la enfermera promociona, protege y mantiene la salud de niños y niñas en la escuela. Gracias a su labor en educación para la salud puede prevenir y detectar precozmente los problemas de salud más frecuentes en la infancia: patologías como las mencionadas, enfermedades crónicas…
Además, la enfermera escolar es clave en el entorno psicosocial de los niños y niñas. Puede constituir un apoyo emocional, favorecer la adaptación al entorno y ayudar a los pequeños a afrontar situaciones difíciles. Su papel es esencial en la prevención e identificación de problemas conductuales y situaciones de acoso escolar.
Al estar en el propio centro educativo, la enfermera escolar resulta el profesional idóneo para la detección de problemas, además de realizar un asesoramiento cualificado en materia de salud al conjunto de profesionales del medio educativo y a las familias.