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Controla la diabetes con tu enfermera escolar

Casi 6 millones de personas padecen diabetes en nuestro país y cada vez se diagnostican casos a edades más tempranas. Solo en España 30.000 niñas y niños menores de 15 años conviven día a día con esta enfermedad. En muchos casos se trata de diabetes tipo 1 pero la tendencia ascendente de obesidad infantil ha hecho que cada vez haya más diagnósticos de diabetes tipo 2 a partir de los 10 años.

¿La solución? En muchos casos no existe una prevención identificable puesto que las causas de la diabetes tipo 1 son desconocidas. Sin embargo, se estima que miles de casos de diabetes tipo 2 podrían evitarse con una correcta alimentación y ejercicio diario. Y para que estos hábitos de vida saludables formen parte de nuestra rutina, hay que inculcarlos desde la infancia.

En España 30.000 niñas y niños menores de 15 años tienen diabetes

Por eso en el día a día de estos niños y niñas se hace indispensable el seguimiento de la enfermera escolar. Además de la educación para la salud, a lo largo de la jornada puede realizar hasta cerca de 6 actuaciones para vigilar y comprobar su correcto estado de salud.

Cada vez hay más diagnósticos de diabetes tipo 2 a partir de los 10 años

Siempre hemos pensado que la diabetes tipo 2 aparecía en la edad adulta, en personas obesas y muy ligada al denominado síndrome metabólico. Sin embargo, desde hace unos años y como consecuencia del estilo de vida, la comida rápida y el increíble aumento de la obesidad, cada vez hay más niños y niñas que a partir de 10 años son diagnosticados con este tipo de diabetes.

Las nuevas corrientes recomiendan utilizar el llamado Plato Harvard

Adoptar hábitos de vida saludables es fundamental para revertir esta tendencia y la enfermera escolar es primordial para educar en salud desde dentro. Con su trabajo en los colegios e institutos transmite los buenos hábitos alimenticios y la importancia del deporte desde una edad temprana. Y todo ello de manera natural y fluida, para que los niños y niñas lo incorporen a su día a día sin sentirlo como una imposición y lo sigan desarrollando en la edad adulta como un elemento más de su estilo de vida.

Comer bien puede evitar miles de casos de diabetes tipo 2

La pirámide de los alimentos que estudiamos de pequeños ha caído un poco en el olvido. Y razones no faltan. Ahora, para explicar a los más pequeños cómo debería ser una correcta distribución de los alimentos, las nuevas corrientes recomiendan utilizar el llamado “Plato Harvard”.  De una manera gráfica, este plato plasma por colores la cantidad de cada grupo de alimentos que debe contener cada comida. Así, de un solo vistazo, ven que la fruta y la verdura  gran parte de nuestros plato.

La solución de la ecuación resulta evidente: si comer bien puede evitar miles de casos de diabetes tipo 2, aprendamos a comer bien.

Se trata de un trabajo del día a día y desde la base. El objetivo es evitar las cifras actuales: España es el segundo país europeo con mayor tasa de obesidad infantil. Cerca de la mitad de la población infantil está por encima de su peso. En concreto el 23,3% tiene sobrepeso y el 17,3% obesidad.

El otro gran objetivo es luchar contra el sedentarismo. ¿Sabes cuántas niñas y niños dedican más de 3 horas al día frente a pantallas? Nada más y nada menos que el 24%.

Otro gran problema, y ahí ya no se puede influir tanto en el comportamiento micro, es la renta familiar. A más pobreza, más obesidad infantil. En familias con rentas inferiores a los 18.000€ brutos anuales hay un 23% de incidencia de obesidad en niños y niñas mientras que en familias con más de 30.000€ solo un 11,9%.

Diabetes tipo 1, la más común en la infancia

La diabetes tipo 1 es una de las enfermedades crónicas más frecuentes en la infancia. Se produce cuando el páncreas no genera insulina o lo hace de manera insuficiente. Hay que recordar que la insulina es la hormona que ayuda a que la glucosa penetre en las células para suministrarlas energía. En las personas diabéticas, el cuerpo se ve incapaz de metabolizar la glucosa, por lo que se almacena en el torrente sanguíneo sin que sea utilizada por el cuerpo.

Tradicionalmente ha sido llamada diabetes insulinodependiente, juvenil o de inicio en la infancia. A día de hoy se desconoce la causa y con el conocimiento actual no se puede prevenir.

La existencia de una enfermera en el centro facilitará la integración escolar y social

Se da con mayor frecuencia en la infancia y adolescencia pero puede aparecer a cualquier edad. Generalmente estos son los síntomas que se suelen presentar:

  • Mucha sed (polidipsia)
  • Orinar frecuentemente (poliuria)
  • Sentir hambre de manera constante (polifagia)
  • Pérdida de peso sin razón aparente
  • Cansancio
  • Presencia de llagas que tardan en sanar
  • Piel seca y picazón
  • Pérdida de la sensibilidad u hormigueo en los pies
  • Vista borrosa

Diabetes en el centro escolar

Tener diabetes no debe ser impedimento para que el niño o la niña se desarrolle como el resto de sus compañeros y, por supuesto, que vaya al cole con total normalidad. Puede seguir las mismas actividades escolares, tanto intelectuales, como deportivas o lúdicas puesto que su enfermedad no lo impide.

Pero es importante tener en cuenta ciertas precauciones. Para ello es fudamental que tanto los compañeros y compañeras de clase como el profesorado conozcan la situación. De esta manera no se estigmatizará la enfermedad ni la persona si no que se integrará en el día a día del colegio. La existencia de una enfermera o enfermero en el centro facilitará la integración escolar y social; y este es el mejor camino para crear un ambiente de seguridad para los menores diabéticos.

¿Qué controles tiene que tener un niño con diabetes durante la jornada escolar?

Desde el momento en que el niño o la niña entra en el centro la enfermera escolar toma el relevo de su familia y a partir de entonces su cuidado está en sus manos. A lo largo de la jornada, tendrá en cuenta, sobre todo, dos máximas: las comidas y los momentos de actividad física.

Para saber de una manera más detallada cómo sería un día cualquiera en la vida escolar de un niño o niña con diabetes si su colegio cuenta con enfermera escolar, hemos hablado con Desirée Perasa, enfermera escolar de Madrid. Esta sería la rutina diaria:

  • Primera hora de la mañana: feed back con la familia. La enfermera o enfermero se comunica con el padre o la madre para saber cómo ha pasado la noche, qué valores de glucosa tenía esa mañana y qué merienda de media mañana han preparado.
  • 9:00 – 10:30: primera visita. Si tienen bomba o sensor se revisan los valores y se echa un vistazo al niño o la niña (varias preguntas generales).
  • Merienda de media mañana: primer control. Siempre se hace una glucemia y dependiendo del resultado se decide si se puede tomar toda la ración prevista para la merienda o no, y cuánta insulina hay que administrar. En el caso de llevar bomba de insulina se ayuda a calcular el bolo.
  • El recreo: comida y deporte. En la hora del recreo entran en juego tanto comida como actividad física así que se suele chequear siempre haciendo glucemia y calculando ración de comida de refuerzo que necesita para hacer ejercicio y que la niña o niño aguante hasta la comida con buenos valores. Al terminar el recreo suele haber un segundo control para comprobar que todo está en orden.
  • Hora de la comida: control glucémico completo. Si el niño o la niña se queda a comedor este será uno de los momentos más importantes del día para la enfermera escolar. Antes de comer se realiza la glucemia y se administra la insulina correspondiente. Este suele ser el momento en que aprovechan para realizar las sesiones de educación para la salud, según detalla Desirée. Si son muy pequeños, les enseñan, por ejemplo, cómo se realiza la glucemia o que la insulina se debe pinchar en diferentes partes del cuerpo. Aunque la ración de comida ya está pactada previamente, la enfermera escolar comprueba que es la que corresponde.
  • Salida del cole: último chequeo. Antes de irse a casa la enfermera o enfermero revisa que los valores están en orden y realiza el último feed back con la familia, informando de cómo está el niño y lo más destacado de la jornada.

Durante este proceso, la relación de la enfermera escolar con el alumnado es estrecha, diaria y contante; buscando siempre el equilibro entre la vigilancia y el fomento del autocuidado.

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