Atención inmediata
«En general se considera que los adolescentes (jóvenes de 10 a 19 años) son un grupo sano. Sin embargo, muchos mueren de forma prematura debido a accidentes, suicidios, violencia, complicaciones relacionadas con el embarazo y enfermedades prevenibles o tratables.» Así lo indica la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las lesiones involuntarias son la principal causa de mortalidad y discapacidad entre los adolescentes. Las caídas y golpes son los accidentes más frecuentes en la infancia. Pero, en torno a los 12 años, éstos bajan en favor de las lesiones por violencia y las producidas por colisiones de vehículos a motor.
Así, los accidentes de tráfico en nuestro país son la primera causa de muerte en jóvenes de entre 16 y 24 años de edad. La educación para la salud que realiza la enfermera escolar es clave para prevenir comportamientos de riesgo en el ámbito de la seguridad vial.
En los centros educativos, especialmente en la hora del recreo, las heridas, fracturas o traumatismos requieren atención urgente e inmediata. También los atragantamientos, reacciones alérgicas, crisis asmáticas, intoxicaciones… El personal cualificado para atender estas situaciones de urgencia y prestar los primeros auxilios es la enfermera escolar. Sin embargo, en la mayoría de los institutos son los propios docentes u otro personal del centro quienes se ven obligados a atender estos casos.
La enfermera escolar les liberaría de la responsabilidad que se les ha impuesto de proporcionar una atención sanitaria para la cual no están formados ni tienen competencias, con las posibles consecuencias que esto puede desencadenar para ellos mismos y para el alumnado.
