8 millones de alumnos y alumnas vuelven a las aulas estos días. Un nuevo curso en pandemia, que empezará de forma muy similar a como acabó el anterior. Normas y organización parecidas, con alguna flexibilización, y sin enfermera escolar.
Nervios, emoción, reencuentro con los compañeros y compañeras, abrazos, gritos y carreras entre mochilas, carpetas y estuches. Arranca estos días en España el curso escolar 2021/2022 con la COVID-19 aún presente.
Contamos con más de un 73% de la población española con pauta completa de vacunación; en el caso de los jóvenes de entre 12 a 19 años este dato se reduce al 50%, destacando que a día de hoy no contamos con vacunas autorizadas para menores de 12 años. Esta información nos recuerda que no podemos bajar la guardia, ya que la amenaza de la COVID-19 sigue estando ahí.
Así comienza el curso 2021/2022
Aunque cada autonomía cuenta con su propio protocolo, el Ministerio de Educación ha publicado un documento con una serie de medidas a adoptar. En resumen, y siempre en función de la situación epidemiológica, estas son las directrices:
- Se mantienen los grupos burbuja o de convivencia estable en infantil y primaria pero aumentando la ratio a tiempos pre-pandemia: 25 en infantil y 30 en primaria.
- En secundaria, la distancia se reduce de 1,5 a 1,2 metros, asegurando así la presencialidad en todos los niveles.
- Se mantiene la obligatoriedad del uso de mascarilla desde los 6 años. A priori solo se podrá retirar para consumir alimentos y bebidas.
- Las entradas y salidas del centro serán escalonadas y habrá turnos de recreo y comedor para evitar aglomeraciones.
- Aunque se mantiene el reducir al mínimo los desplazamientos del alumnado por el centro y las actividades que supongan mezcla de grupos, en el patio se permitirá la interacción entre clases de un mismo curso.
- La ventilación sigue siendo clave: lo primordial es que se trate de ventilación cruzada, abriendo puertas y ventanas en al menos dos lados diferentes del aula o con aparatos de ventilación mecánica si esto no es posible.
Si cualquier miembro del alumnado o del centro educativo da positivo en coronavirus, deberá realizar el correspondiente aislamiento domiciliario de 10 días. No se podrá acudir al centro escolar con síntomas compatibles con la COVID-19.
El avance en la campaña de vacunación permite flexibilizar algunas medidas este curso, como las ratios
En cambio, el avance en la campaña de vacunación se ha traducido la flexibilización de la normativa en caso de contagios y contactos estrechos. Según han adelantado varias autonomías, los contactos estrechos que cuenten con la pauta completa de vacunación o hayan pasado la enfermedad en los últimos 6 meses no tendrán que guardar la cuarentena.
Enfermera escolar, clave
Con estas nuevas medidas se constata que se tiene interés por seguir manteniendo los aspectos preventivos y de atención frente al Covid-19, pero, que no se quiere entrar en la cuestión de fondo que es contar con un profesional sanitario, como es la enfermera o enfermero escolar, que por sus conocimientos y cualificación, pueda responsabilizarse con plenas garantías de todo lo necesario para que los niños, niñas y jóvenes, vuelvan a las aulas de manera segura.
La enfermera escolar beneficia al alumnado, familias, profesorado y al conjunto de la comunidad educativa
Garantizar la salud y la seguridad del alumnado es crucial. Este curso y todos. Tanto en el ámbito asistencial como en el de educación y prevención en salud, la enfermera escolar es una figura clave en el día a día de los centros. Más aún desde que comenzó la pandemia. Apostar por esta figura beneficiaría, no solo a los alumnos y alumnas, sino a madres y padres, profesorado y al conjunto de la comunidad educativa.
Un ejemplo lo tenemos en Andalucía, comunidad autónoma que el curso pasado apostó por instaurar la figura de la enfermera escolar y gracias a su labor de prevención, detección y atención de casos COVID-19, la práctica totalidad de sus centros educativos se mantuvieron libres de coronavirus.
Solo 16€ al año
Países como Reino Unido, Francia o Estados Unidos tienen plenamente consolidada la figura de la enfermera escolar. Les cuesta entre 16 y 20€ por habitante al año. Un coste insignificante si se compara con los “beneficios en salud”, no solo en el actual escenario de pandemia sino en cualquier otro período, siendo pieza clave en lo relativo a procesos de salud que se pueden prevenir como la obesidad, la diabetes tipo 2, consumo de tabaco, alcohol y sustancias estupefacientes…
Arranca un nuevo curso y una vez más pedimos un modelo de consenso entre Sanidad y Educación, que facilite la presencia de la enfermera dentro de la comunidad escolar. Para ello, es necesario que se establezcan criterios normativos homogéneos en todo el Estado, y que la seguridad y la salud de nuestros niños, niñas y jóvenes, sea la prioridad.
Vuelta a las aulas, ¡reclama enfermera escolar!
